TAO TE CHING
lAO TE CHING
—A los veintiún años oí a un sabio decir:
—“Regala coronas, libras, y guineas, pero no des tu corazón;
—Regala perlas y rubíes, pero se libre como el viento.”
—Pero veintiún años tenía, hablarme de nada servía.
—A los veintiún años, le oí decir otra vez:
—“El corazón que guarda el pecho, nunca se dió en vano;
—Se paga con muchos suspiros y si se vende, qué lamento.”
—Y ahora veintidos años tengo , y oh, es cierto, es cierto.
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