MATERIALISMO Y DIDEROT
DENIS DIDEROT
(1713-1789) Nacido en Langres (Francia) el 5 de Octubre murió en París el 31 de Julio
Creador de la Enciclopedia
Diderot filósofo materialista
Si los seres se alteran sucesivamente, pasando por lo más imperceptibles matices, el tiempo, que no se detiene, debe establecer, a la larga, entre las formas que han existido muy antiguamente, las que existen hoy, las que existan en los tiempos remotos, la diferencia más notable; y el nihil sub sole novum no es más que un prejuicio basado en la debilidad de nuestros órganos, la imperfección de nuestros instrumentos y la brevedad de nuestra vida.
En este sentido, Diderot definió “naturaleza” como la combinación de todos los elementos existentes, los cuales, si bien no se funden entre sí, no pueden estar separados.
En El sueño, el ficticio matemático D´Alembert expone a través de sus ensoñaciones esta doctrina materialista:
“Soy tal como soy porque ha sido necesario que lo fuera. Cambia el todo y necesariamente me cambiará, pero el todo cambia incesantemente (…), todo está en perpetuo flujo.
Todo animal es más o menos hombre; todo mineral, más o menos planta, toda planta, más o menos animal. En la naturaleza nada está totalmente definido.”
La teoría de Diderot puede cifrarse en los siguientes puntos: la naturaleza es una; nada hay fuera de ella; todo está en movimiento; no hay diferencia cualitativa entre los reinos animal, vegetal y mineral; y el movimiento es inherente a la naturaleza.
La mente individual emerge como un breve destello del movimiento continuo del cosmos, de modo que nuestra vida es algo así como una casualidad insignificante, que para nada influye en el trascender de la realidad.
La nación legitima el poder
Diderot explicó que el hombre tiene una relación “natural” son sus semejantes. “ Las voluntades particulares son susceptibles de sospecha, pueden ser buenas o malas, en cambio la voluntad general es siempre buena”.
No es el individuo sino la “especie humana” el ámbito donde se elucidan las nociones morales. En ella se apoya el derecho natural. De ello extrajo Diderot dos conclusiones fundamentales. “el hombre que no escucha más que su voluntad particular es el enemigo del género humano”, y la segunda, que “ la sumisión a la voluntad general es el nexo de todas las sociedades incluso aquellas formadas por el crimen”.
El fin de a política es el bien común” y que el gobernante no puede ostentar nunca un poder absoluto: “El príncipe obtiene de los individuos la autoridad que tiene sobre ellos y esta autoridad está limitada por las leyes de la naturaleza y el Estado”. “El estado no pertenece al príncipe, sino el príncipe al Estado”
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